jueves, 18 de diciembre de 2008

LO ORIENTAL MOLA

Conozco a una chica que cada día llegaba al bar donde yo trabajaba (si, trabajaba en un bar y eso hace que ahora entiendas algunas cosas ¿verdad?), siempre con prisas, con la respiración acelerada y los nervios de un filete barato: -¡¡Lucky, corre, date prisa, un café con la leche fría corriendo que llego tarde!!- soltaba del tirón y sin respirar, -pero ¿Dónde vas con tanto estrés?- le pregunté un día, a lo que me contestó, -¡¡a clases de relajación!! Teniendo en cuenta que llevaba tres meses yendo, está claro que la estaban timando; o eso, o era la peor alumna de la clase. Pero eso no le importaba porque ella es una apasionada de la cultura oriental y de todas esas filosofías que tan de moda están últimamente a este lado del Meridiano de Greenwich. Tai Chi, Yoga, Meditación Trascendental, Chi Kung, Sushi, Shin Shan, Tamagotchi, Manga, Nissan; toda la sabiduría (y otras cosas) que crearon hace milenios unas personas a las que, hasta hace poco solo llamábamos “chinos”, llenan estanterías de libreros, escaparates de tiendas de deporte, gimnasios de clubes sociales y salones de actos de hogares del pensionista.

Aquella chica, como otros cuantos miles de occidentales, están empeñados en adoptar una serie de enseñanzas que aparecieron hace milenios, desarrolladas por y para personas que se ríen y lloran por motivos diferentes, sienten y aceptan de forma distinta y hasta visten distintos lutos. Una sociedad donde impera el individualismo, se ponen de moda las programaciones televisivas personalizadas y cada cual va a su bola, se empeña en impregnarse de una cultura enfocada al grupo, donde el individuo está por debajo del colectivismo y quien hace algo mal deshonra a todo su equipo. Desde países en los que todos hacen lo mismo y al mismo tiempo, queremos traernos filosofías que hablan del desapego, para usarlas en sociedades donde la egolatría es religión, por personas que aman más a su coche que al gato del vecino.

Es verdad que hay occidentales a quienes les funciona toda esa parafernalia asiática y hasta les cura la ciática, pero aunque pasaran siete años en el Tibet, comieran a diario viendo las películas de David Carradine y se atiborraran de jengibre, dudo que jamás llegasen a entender el verdadero significado de algo que forma parte de la vida y la cotidianidad de quienes lo inventaron. Mi estresada clienta intentó incluso convencerme: que si pierdes el estrés, que si te curan la ansiedad, que si te quitan las tensiones… pero es que mi estrés, mis ansiedades y mis tensiones, son mías ¿Me las van a quitar y encima tengo que pagarles? Pues hasta ahí podíamos llegar, que está el patio como para regalar tensiones. Pero claro, aquella chica era una gran admiradora de todo lo oriental, a pesar de todo lo que se queja cuando se habla de la jornada laboral de sesenta y cinco horas semanales ¿Cuántas horas se creerá esta que trabajan los japoneses?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como ves ya he visitado tu nuevo Blog.
Me gusta leerte y espero que todo te vaya bién en el nuevo año .
Te regalaré una canción , espero q se oiga...
es música para relajarse jejejeje . o simplemente para oir y deleitarse ....
Espero q sea de tu agrado Lucky (lo he puesto bién ) jijij seguro que así sabes quién soy :)

http://www.goear.com/files/sst3/5b1e98564b9df1318cb013202316033a.mp3
Un abrazo .
PD. Ahhh , se me olvidaba "FELIZ NAVIDAD" jejeje

Anónimo dijo...

Mmmm...pues, ¿sabes?, a mi el tantra...aplicado a la filosofía occidental no me parece nada mal. Oye y hay unos libros muy apañaditos y baratitos. Aunque la verdad, lo suyo es dar con alguien que sea un experimentado del tema para poderlo llevar bien a la práctica. (Yo como siempre, sacando el lado positivo, jajajaja). Besos Lucky.

Antonia.

Anónimo dijo...

No ha salido la musica relajante...
La vuelvo a poner
www.goear.com/files/sst3/5b1e98564b9df1318cb013202316033a.mp3

Así quizás se oiga .
Pilar