jueves, 9 de abril de 2009

CUADERNOS NUEVOS

Nunca fui un buen estudiante, es más, jamás fui capaz de adquirir hábitos de estudio. Cuando mis padres intentaban meterme en cintura, cada cual a su manera, yo llevaba a cabo auténticas estrategias por las cuales, a veces conseguía disfrazar la situación, y aparentar la intención de cambiar. De repente me daba por ordenar mi cuarto, mis libros y cuadernos, si era posible estrenaba alguno, y lo mantenía limpio y con buena letra. Durante un tiempo, toda aquella repentina pulcritud me hacía parecer capaz, pero no lo era.

Era como pintar la fachada de una casa en ruinas, como vestirse de limpio sin ducharse, como sanar de un dolor de muelas a un condenado a muerte. Era como si un gobierno en crisis sustituyera a los ministros, que suponía capaces, por otros, elegidos de entre las filas del partido, por muy soviético (o peor) que esto pueda parecer. Tres vicepresidentes con sueldo de vicepresidente, coche oficial de rango vicepresidencial, y todos los etcéteras vicepresidenciales que queramos imaginar. No sé a vosotros, pero a mí no me parece que pagar más, y más altos sueldos, sea solución para la crisis.

Dice la vicepresidenta primera, que “no se trata de una rectificación, sino un cambio de ritmo”, y es posible que así sea ¿Pasamos de pasodoble a rock’n’roll, o a bolero? Solbes dice que se va “satisfecho de lo conseguido”, y es que los hay que se conforman con muy poco, pero el ex ministro también hace clara alusión a “las limitaciones con las que ha tenido que trabajar”. Dicen en el Financial Times, que Pedro Solbes a pagado el hecho de no estar de acuerdo con la política de su jefe, pero yo no creo que esto sea así. No me imagino al presidente del talante volviendo a las prácticas de césares romanos.

O sea, que Solbes se va entonando el histórico jeroglífico (NO ‘madeja’ DO), la Maritere Fernández dice que de limitaciones nada, que son cosas de la crisis; Zapatero empieza un nuevo cuaderno con buena letra para que parezca que tiene ideas, y Chávez se va a Madrid sin que nadie haya conseguido echarle, ni siquiera el pueblo. La escena puede dejar en pañales a la mismísima carrera de cuadrigas de Ben-Hur: un andaluz (se le supone) teniendo que lidiar con catalanes, valencianos, baleares… La de chistes que van a inspirar.

En realidad, mi problema está en medirlo todo con lo que entiendo, humildemente, por sentido común, sin darme cuenta de que, lo que pasa es que no alcanzo a entender las claves de la alta política. Una vez que reflexione, seguro que empiezo a darme cuenta de que tiene rezón Zapatero, y la mejor manera de paliar la crisis es inyectar setenta mil millones de euros a quienes la causaron, dejar el gobierno en manos del partido, y esconder las notas para que no las vea papá pueblo. Un pueblo soberano, pero no docto, a pesar de lo cual, esperemos que sea capaz de lo mismo que mi padre, que nunca se dejó engañar por mis subterfugios de estudiante.
® Lucky Tovar