martes, 11 de mayo de 2010

LA INTREPIDEZ DEL IGNORANTE

Hace unos días tuve conocimiento de una de esas cosas que para otros sería desagradable, pero que a mí me la trae al viento: alguien dijo de mí que solo digo tonterías. No obstante, aunque me importe tanto como la depreciación accionarial de las empresas fabricantes de fundas para las puntas de cordones de zapatos, me ha parecido interesante que alguien me tenga tan presente.

Tontería: acciones, pensamientos o palabras propias de un tonto.
Siempre he pensado que hay que ser demasiado inteligente para llamar a alguien tonto, por lo que nunca me he atrevido. Teniendo esto en cuenta, me honra que alguien de tal inteligencia, esté pendiente de mis acciones, pensamientos o palabras.

La cosa se pone aún más interesante si tenemos en cuenta que, el tipo en cuestión, a penas me conocía de haberme visto dos veces, lo que me hace pensar que, además de una gran inteligencia, posee extremada perspicacia, habilidad mental y capacidad de análisis inmediato. Todo un portento de persona, casi un genio, pendiente de mí… ¡Ni que yo mereciera semejante atención!

“Este tío solo dice tonterías”, aseguró el ínclito. Alguna que otra vez he dicho aquello de que “el insulto es el recurso de quien no tiene argumentos”, pero este señor ha demostrado, a juzgar por su profunda reflexión, ser un dechado de virtudes, adalid del discernimiento, y con un basto conocimiento de la naturaleza humana. Tal atención recibida de alguien con semejantes dones, son de agradecer.

Así pues, gracias por tu esmero y vigilancia, amigo. Solo espero, desde la humildad del ignorante, que tengas a bien iluminarme con tu sapiencia. Siempre caigo en el error de creer que es mejor ir aprendiendo poco a poco, y mientras tanto, entretenerme diciendo tonterías. Antes defendía la grandeza de descubrir nuevos mundos a cada instante que paso conociendo a los demás, pero es mucho mejor lo tuyo… ¿no?

Hoy por primera vez, sin que sirva de precedente y aunque no me llamo Simón, me auto-dedico "La canción de la semana", que puedes ver más abajo.
Gracias pues, por tus sabias palabras, y que tengas mucha suerte.



© Lucky Tovar

miércoles, 5 de mayo de 2010

PRESUNTAS LIBERTADES: Día Internacional de la Libertad de Prensa

Ayer, martes 4 de Mayo, se celebró el Día de la Libertad de Prensa. Aunque hay temas de los que habría que hablar a diario, y no solo cuando toque su Día Internacional, me parece una buena ocasión para revisar como nos ha ido, en cuanto a información se refiere, desde que presuntamente somos periodísticamente libres. ¿Cuánto hemos ganado realmente? ¿Garantiza el hecho de que los medios puedan publicar libremente, que estemos bien informados? Cuando las libertades son manipuladas por quienes deberían velar por ellas, la cosa pinta mal, pero aún peor es que nos creamos beneficiarios de unas libertades que solo existen sobre el papel. No hay peor castigo que no saber que se es castigado.

La información está en manos de unos cuantos, a penas dos o tres grupos de presión que, en vergonzoso eufemismo, llamamos grupos mediáticos. Pero para eufemismo hipócrita, el que estos medios utilizan, llamando “línea editorial” a lo que siempre se ha llamado “dejarse untar”. A diario vemos como unos medios atacan de forma sistemática al gobierno, mientras otros le atacan a ultranza, aunque los dos digan contar las mismas noticias. Cuando el partido en el poder (sea cual sea) deja de untar a quienes le defienden, y presta favores al contrario, vemos atónitos como cambia la opinión del medio desfavorecido; y donde dije digo, ahora digo Diego.

Las leyes que regulan nuestras libertades de prensa y expresión, defienden el derecho a opinar, a expresarse, y a publicar todo ello; pero también vela por el derecho de todos a ser informados con veracidad. Este derecho se nos niega de forma descarada, en un claro ejercicio de mafia mediática: si me haces favores, hablaré siempre bien de ti, y machacaré a quienes se te opongan. Y estoy seguro de que no exagero con la palabra mafia, pues las prácticas con auténticamente calabresas: resérvame un buen trozo del pastel, a cambio de mi protección… protección contra mis propias publicaciones.

Durante los años de dictadura, existía una censura institucionalizada, injusta pero instaurada por ley, y todos los sabíamos. Con la llegada de la democracia, solo se ha conseguido disfrazar la censura, hacerla más sutil, más insidiosa. Ahora son los propios medios quienes coartan nuestro derecho a estar informados con claridad veraz, limpia y contrastada. ¿Libertad de prensa? Haberla la hay, pero tan malversada por intereses políticos, que es cualquier cosa menos fiable. Nuevos medios de información nos ofrecen algo de esperanza desde Internet, donde auténticos periodistas vocacionales, sin ningún grupo de presión disfrazado de línea editorial, les limite ni manipule, a la hora de informar ¿No os da eso una explicación sobre porqué los políticos quieren controlar la red de redes?

© Lucky Tovar