jueves, 26 de febrero de 2009

FOTOGRAFÍAS

Hoy he estado mirando fotos… ¡Maldita sea! He desempolvado algún que otro álbum, fotos de esas de cuarto oscuro y luz roja, de carretes que había que saber colocar. Fotos de esas de plástico, tiradas con cámaras a las que había que pegar el ojo para encuadrar. He mirado de reojo a mi actual cámara digital y, por un momento, he estado a punto de preguntarle, retórico ¿Qué sabrás tú?

Hoy he visto rejuvenecer caras de viejos amigos viejos, he vuelto a la adolescencia de actuales adultos, y me he visto abrazado a personas a quienes, ya no recuerdo porqué, dejé de hablar. Me veo, en estas fotos, entregado a unos sueños a los que no llamaba sueños, antes de que empezara a plantearme sin son alcanzables. En las fotos más antiguas me veo más viejo que ahora.

Hoy he recuperado la memoria de aquellos mosqueteros de la radio, de aquella radio premiada, y sin embargo denostada por exceso de descaro, que se parece a la que ahora hacen algunos ¿Nos adelantamos realmente a nuestro tiempo? No me haría estas preguntas si no fuera porque hoy he sacado estas fotos rancias, perdida la mitad de su color, con olor a cajón cerrado diez años, pero llenas de momentos mejores… o eso nos parecía.

Hoy he seguido caminando, ya puestos, a través de estas instantáneas. He vuelto al del éxodo juvenil a Londres, aquel verano de 1997. En el patio de Casagrande, punkis, heavys, rockers, folkis, hippies y blueseros; grunges, pijas y alguna que otra tribu más, de difícil catalogación, todos juntos, en amor y compañía. Ahora casi ninguno es lo que era en las fotos, ni lo que juraban que defenderían hasta la vejez. Supongo que es ley de vida, eso que llaman madurar.

Hoy he visto pelo largo donde ahora hay calva, parejas cambiadas, amores desaparecidos… o al menos creíamos sentir que era amor. He visto recios pectorales, morenos naturales y sonrisas sinceras, en foto, claro; la mayoría son ahora curvas cerveceras, sesiones de rayos uva y prótesis dentales. Y no contento con las fotos en papel, he rebuscado entre esas cajas que llenan la mesa de mi ordenador, buscando CDs.

Hoy he vuelto a pasear junto a la Catedral Marinera, de tu mano. He vuelto al Barroco, a las Cuevas del Dragón y al tren se Soller, al que no llegué a subir. He vuelto a bailar contigo en nuestro salón, cuando el brillo de tus ojos aún era por mí. Otra vez te he visto dormir en el sofá, indefensa ante esas furtivas fotos que tan poca gracia te hacen. Hoy he recordado lo que es llorar la pena con una sonrisa en la cara, que aunque pueda parecer más mueca que otra cosa, solo es el resultado de una de las sensaciones más extrañas que se pueden experimentar: hoy eres feliz y eso me alegra… ¡Maldita sea!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Pos no me hagas llorar Lucky, que tengo la vena sensiblera muy agudizada y no me gusta lavarme la cara con lágrimas de cristal.., ea!
¡Hay que ver qué poéticamente bello me quedó eso de la lágrima! ¡Cada vez qué te leo despiertas en mi esta vena traicionera, como para ponerme yo ahora a mirar fotografías nostálgicas!
Mira Lucky, yo las odio, ¿sabes?, porque independientemente del paso del tiempo -al cual ya le lloro por lo lejos que me queda- yo no me veo ahora más joven qué entonces. Ahora seré más actual, pero de joven, era joven de verdad y no necesitaba de tantos subterfugios para disimular el paso del tiempo, aunque siento que halla ganado en experiencia mundana (dios mío, qué peligroso es llegar a este punto),y también reconozca que aunque no me halla caido mucho el pelo, ya no tengo mis larguísimas pestañas negras y , qué hay qué mirarlas con lupa..!
Hoy me conformaré y alegraré de no ser Penélope Cruz -¡qué vaya cruz qué tiene con ser ella misma- y puesto que tu nos dijiste todo con esa sabia maestria qué tanto te caracteriza no dejándome con ello opción a lucir mis dotes literario-críticas... ¡Lucky.., chapeau por tu mágnifico y brillante resumen y crítica objetiva sobre la misma verguenza que sentí yo por esa Pe, para mi tan lamentablemente oscarizada! Un abrazo cariñoso de esta Merche metida a dj vanguardista para disimular el paso del tiempo y qué Tom Cross como a la mísmisima Pe, me lanza al estrellato con su última película llamada Valkiria, sobrenombre que adopté yo para emitir via online. Besitos, Merche.

Anónimo dijo...

Caramba!! siento que se me humedecen los ojos al leerte, al sentir como mía esa nostalgia por ése ayer que está a "la vuelta de la esquina" por esos momentos pasados que tod@s recordamos algunas o muchas veces, en determinados momentos de nuestra vida..
Gracias Lucky, por compartir tantas cosas y discúlpame si no te respondo tanto como debería, aunque no me pierda ninguna crónica tuya que me llega a mi correo...
Felicidades por ser como eres!...
Besitos desde la otra punta de Sevilla...
Ana