“La libertad de cada cual termina donde empieza la de los demás”. Bellas palabras. “No comparto tus ideas pero pelearé con quien haga falta para que las puedas defender”. Que gran pensamiento. Lástima que, quienes con más ahínco dicen defender conceptos como “libertad” o “igualdad”, olviden con facilidad el contenido universal de tan sencillas frases.
Camisetas con la esfinge del Che, pañuelos palestinos y pantalones militares de camuflaje, para ir a conciertos de punk-rock cuya entrada se paga con la asignación semanal que les da papá. El grupo grita “¡¡putos yankis, puta USA!!”, saltando sobre sus Nike y eructando la Coca-cola que bebieron en McDonals; y gritan “¡¡0’7% para el tercer mundo, menos capitalismo y mas solidaridad!!”, al son de los acordes de sus Stratocasters de 1200€.
Cantautores que cuentan historias de desfavorecidos sociales, que culpan de ello a las clases más pudientes, y graban esas canciones en la discográfica de su propiedad, para la banda sonora de la próxima película que saldrá de su productora cinematográfica. Exigen igualdad en concierto y, entre bastidores, se enfadan por que el telonero tiene la misma iluminación que él.
Políticas de igualdad social ingeniadas por políticos que se suben el sueldo. Discriminaciones a las que llaman “positivas”, legisladores que nos obligan a pagar por escuchar una canción, y nos permiten abortar siendo menores de 16 y sin permiso de los padres. Gobiernos que firman tratados para buscar y desactivar las minas anti persona que ellos mismos fabrican y venden.
La suerte que tenemos quienes observamos, es el hecho de que la incoherencia siempre ha estado al servicio de la mentira. El mentiroso, antes o después, muestra sin querer lo incongruente de su discurso. La hipocresía no tarda en aparecer, si de verdad nos esforzamos en mirar y recordamos que es mejor no conformarse solo con lo que nos quisieron enseñar, y conviene añadir lo que seamos capaces de aprender por nosotros mismos.
Camisetas con la esfinge del Che, pañuelos palestinos y pantalones militares de camuflaje, para ir a conciertos de punk-rock cuya entrada se paga con la asignación semanal que les da papá. El grupo grita “¡¡putos yankis, puta USA!!”, saltando sobre sus Nike y eructando la Coca-cola que bebieron en McDonals; y gritan “¡¡0’7% para el tercer mundo, menos capitalismo y mas solidaridad!!”, al son de los acordes de sus Stratocasters de 1200€.
Cantautores que cuentan historias de desfavorecidos sociales, que culpan de ello a las clases más pudientes, y graban esas canciones en la discográfica de su propiedad, para la banda sonora de la próxima película que saldrá de su productora cinematográfica. Exigen igualdad en concierto y, entre bastidores, se enfadan por que el telonero tiene la misma iluminación que él.
Políticas de igualdad social ingeniadas por políticos que se suben el sueldo. Discriminaciones a las que llaman “positivas”, legisladores que nos obligan a pagar por escuchar una canción, y nos permiten abortar siendo menores de 16 y sin permiso de los padres. Gobiernos que firman tratados para buscar y desactivar las minas anti persona que ellos mismos fabrican y venden.
La suerte que tenemos quienes observamos, es el hecho de que la incoherencia siempre ha estado al servicio de la mentira. El mentiroso, antes o después, muestra sin querer lo incongruente de su discurso. La hipocresía no tarda en aparecer, si de verdad nos esforzamos en mirar y recordamos que es mejor no conformarse solo con lo que nos quisieron enseñar, y conviene añadir lo que seamos capaces de aprender por nosotros mismos.
Que bien sienta merendar e ir de tiendas al mega centro de ocio, después de manifestarse contra la globalización. Que difícil es ser consecuente con las ideas que se dicen defender, con lo fácil que es hablar de ellas.
© Lucky Tovar
2 comentarios:
Qué gran verdad dices, Lucky!! como todas las que te suelo leer, pero así és la vida..No! así la hacemos nosotros, nos ponemos la "careta" de personas "perfectas" y vamos por la vida creyendo salvar al mundo, ondeando una bandera que nos viene demasiado grande, y todo eso porque nos falta mucha humildad y coherencia para hacer las cosas que solemos predicar........pero para los demás!! Qué injustos somos!...Seremos capaces algún día de unir palabras y hechos????
Besitosss Amigo mío y feliz semana..
Ahhh y FELICIDADES por los escritos que haces que no tiene desperdicio alguno..
Tu siempre amiga...
Ana
Que dificil es encontrar alguien consecuente con sus ideas, como bien dices, con
ideas propias.
La sociedad borreguil, está de moda. viene a mi memoria aquella frase, donde va Vicente donde va la gente..... si hoy toca defender el medio ambiente , se enarbola la bandera de la ecología, aunque luego en el comportamiento diario , se haga todo lo contrario .
Te sigo leyendo y me gustó mucho tu artículo .
Un abrazo .
Pilar
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