viernes, 26 de agosto de 2011

UN FIN DE SEMANA SIN...

Acabo de ver las noticias de la tele y, como no creo que dos vasos de vino hayan sido suficientes para nublar mi entendimiento, supongo que he visto lo que creo haber visto:
Hasta cinco personas, una tras otra (uno tras otros, he de matizar), han pronunciado la misma frase y con el mismo gesto tedioso (para los de la LOGSE, cara de aburrimiento). La frase en cuestión dice... "es que un fin de semana sin fútbol, ufff".

Sé que el entorno es primordial en la formación de la personalidad, pero también sé que es cosa de cada cual coger ese entorno y utilizarlo lo mejor que sepa para crearse esa personalidad y que sea única, intransferible y no heredada. Por eso, a la hora de buscar a quién dar gracias por ser como soy, solo se me ocurre darme gracias a mí mismo:

Me doy gracias porque si no tengo fútbol tengo libros. Porque si no tengo fútbol ni libros tengo cine. Porque si me fallan el fútbol, los libros y el cine tengo un buen café con charla en buena e interesante compañía. O un buen paseo

Me doy las gracias a mí mismo porque, si bien la independencia económica es para mí una leyenda urbana, sí tengo independencia emcional, anímica y cultural. Porque no dependo de lo que me digan que mola o deja de molar. Porque conozco la diferencia entre afición y dependencia, entre hacer algo por gusto y ser esclavo de lo que hacemos.

Me doy las gracias a mí mismo porque soy infinitamente más feliz escrutando el trabajo de alguien que se rebanó el seso durante años para inventar una historia orioginal, que viendo a 24 chavalotes en pantalón corto (¿quién dijo que el fútbol es cosa de hombres?). Y también me agradezco haber sido cada de elegir, teniendo siempre claro que solo debemos heredar los apellidos.

Me doy gracias a mí mismo aún a riesgo de parecer inmodesto, arrogante y narcisista. Al fin y al cabo, ¿quién mejor que uno mismo para agradecerse cosas?
¡Ah! Y si me fallan los libros, la charla, el cine y el paseo... con suerte habrá un buen partido de fútbol en la tele.

Me doy gracias, al fin, por no depender del gusto por una sola cosa. Por no ser esclavo.

¡Ala, ya está! Ahora, un cigarrito y... ¡un momento! ¿Dónde está el tabaco? ¡Mierda, se me terminó el paquete y los estancos no abren hasta el lunes!
¡¡Un fin de semana sin tabaco, ufff!!

jueves, 11 de agosto de 2011

CONSUELO DE TONTOS

Me da igual lo que digan y que me tomen por un cateto. Es verdad que no sé nada de arquitectura pero -¡qué demonios!- igual le pasa a la mayoría de seres humanos. Tampoco sé gran cosa de arqueología, arte clásico, historia... Solo soy un españolito medio.

Siguiendo estas premisas, nos atrevemos a decir:
¿La Torre Eiffel? El andamio más grande del mundo.
¿El Big Ben? Un reloj enorme en una torre muy fea y cuadrada.
¿La Estatua de la Libertad? Puesta donde está puesta, todo un monumento a la hipocresía.
¿Egpto? ¡¡¡Uffff, que calor!!! Las pirámides son montones de piedra que se ven en dos minutos. ¿Y después qué? ¿A ver cocodrilos?
¿Grecia? ¡Si claro, con la que está callendo!
¿Canadá? Mitad aburrimiento francés, mitad egolatría británica.
¿Australia? Allí, para ver al vecino, tienen que ir en avioneta.
¿Iberoamérica? O te portas bien, haces caso a los del hotel y te quedas encerradito, con lo cual no ves nada; o vas por tu cuenta y, con un poco de suerte, no le pedirán mucho rescate a tu familia.
¿Europa del Este? Está vacía. Están todos aquí.
¿Oriente? ¿Asia? Lo puedes ver por Google Maps sin sufrir indigestiones.

¿Veis como no es tan malo eso de no poderse permitir vacaciones fuera de España?
¡¡Puta envidia!!


(c) Lucky Tovar