jueves, 26 de agosto de 2010

ACCIÓN DE GUERRA

En Afganistán, un infiltrado en las fuerzas militares españolas, haciéndose pasar por conductor, mató a tiros a dos miembros de la Guardia Civil y a un traductor civil. Tres víctimas más del conflicto afgano-talibán. Tres vidas sesgadas en lo que el gobierno español ha llamado “atentado terrorista”.

Ahí estaba Rubalcaba, en vez de Carmen Chacón. El Ministro de Interior, en vez de la Ministra de Defensa. El que manda en las fuerzas de seguridad, en vez de la que manda en el ejercito. Ahí estaba, contándonos que “el terrorista sabía muy bien lo que hacía y actuó de forma premeditada”. El mismísimo Perogrullo, en persona, estaría muy orgulloso de las palabras de Don Alfredo Pérez (Rubalcaba).

Y es que nuestro gobierno sigue negando que lo de Afganistán sea una guerra. Lo pueden decir USA, Reino Unido y hasta los hobbits de La Comarca. Los ZPistas no se dan por enterados, o por vencidos, y siguen queriendo disfrazar lo indisfrazable. Claro, eso pasa cuando ganas unas elecciones apoyándote en un atentado terrorista, el de Atocha, que ese sí que lo fue. Pero lo de Afganistán está tan claro, que resulta cómico mentir de esa manera.

Fuerzas militares de varios países, entre ellos España, participan en un conflicto fuera de sus fronteras. No hablamos solo de cascos azules, sino de infantes de marina, guardias civiles, legionarios… Vamos, lo que viene siendo una guerra. Lo que pasa es que los ZPistas han sacado tanto rédito político de otras guerras, que ahora les da vergüenza admitir que participamos en una.

Pero la vergüenza era verde, y se la comió una vaca. Ya no vale negarlo, ya no sirve ningún tipo de pudor. Ya es hora de que se vistan con la presencia política de la que presumen, hagan gala del valor del que carecen, y llamen a las cosas por su nombre. España participa en un conflicto bélico, fruto del cual, un soldado enemigo ha matado a tres españoles en una acción de guerra.

Se llama así, acción de guerra, y no atentado terrorista, por mucho que lo anuncie Rubalcaba en vez de Chacón. Se llama acción de guerra, porque es una guerra lo que hay en Afganistán. Una de esas guerras que sirvió a ZP y sus ZPistas para rellenar medio programa electoral improvisado. Como dicta la hipocresía política y el cinismo ZPista, hay guerras aceptables y guerras inaceptables. España sigue en Afganistán, y toda aquella movida intelectualoide, que lo llenaron todo de pegatinas, caen en la cuenta de que la frase de estas pegatinas no estaba completa. Deberían haber escrito “NO A LA GUERRA Excepto las bendecidas por ZP".

© Lucky Tovar

martes, 3 de agosto de 2010

EL DESNATURALIZADO NATURISMO

Anoche vi, en la tele, a una señora defendiendo el nudismo como práctica naturista. Decía que “el naturismo es la comunión total con la naturaleza, desechando todo lo artificial”. Si no lo entendí mal, los naturistas pretenden volver a los valores puros, a las formas de vida basadas en reacciones naturales, alejadas de tabúes y prejuicios. Si es así, supongo que no verán con malos ojos que, si uno entra en una zona nudista, el cuerpo actúe de forma natural, sintiendo como fluyen las reacciones químicas propias de nuestra sexualidad, y dejándose llevar por los consiguientes instintos básicos. Nada más natural.

Pero no. El naturismo del que dicen hacer gala la mayoría de naturistas, es de bolsillo (bonita ironía), de presuntuoso escaparate y oda al esnobismo. Cada vez que surge el debate, más nos damos cuenta de que, toda esa movida modernoide, no es más que un ejercicio de incoherencia ejercida por un puñado de aburridos a quienes no se les ocurre nada mejor que hacer. Ya no recuerdan que la maravillosa ciencia textil nos regaló el sujetador para que las mujeres no sufrieran tanto de la espalda, y los calzoncillos para que no fuéramos por ahí golpeándonos donde más duele.

A mí, personalmente, me da igual que se desnuden en la playa, como si quieren ir en el metro como vinieron al mundo, pero nunca me sentaré donde lo hayan hecho ellos, por una simple cuestión sanitaria. Por muy limpitos que vayan, el cuerpo segrega sustancias que suelen ser absorbidas por la ropa, lo cual hace que la convivencia, en zonas comunes, sea mucho más higiénica. Claro que, puestos a ser naturistas, dejémonos infectar, alimentemos a esos pobres y microscópicos seres vivos que forman parte de la naturaleza. ¡Abajo los antibióticos, viva el despelote natural!

© Lucky Tovar