domingo, 15 de marzo de 2009

¡¡¡FIESTA, FIESTA!!!

Estaba yo viendo un informativo, hablaban de las Fallas de Valencia, una de las fiestas más conocidas de nuestro país. En concreto señalaban a una de las fallas, muy imaginativa, como la mayoría, con ninots muy bien terminados, como todos; rostros de admiración ante el trabajo de todo un año y una cifra, novecientos mil euros.

De repente me ha dado por pensar en la Semana Santa de cualquier punto de Andalucía. Me he acordado de la Feria de Abril sevillana, de San Fermín, Moros y Cristianos, San Isidro… Está claro que en España tenemos grandes fiestas, sabemos organizarlas muy bien.

Grandes cineastas, escritores, novelistas y artistas de todo tipo, y de todo el mundo, han encontrado inspiración en nuestras fiestas, contribuyendo así a su promoción a nivel mundial. Sin duda sabemos hacer bien muchas cosas, y una de las que más, organizar mega fiestas folclóricas.

Somos un pueblo muy venerador, fervoroso, o simplemente folclórico, y no reparamos en gastos para demostrarlo… cada año. Son fiestas necesarias para que no nos aburramos, para descargar de vez en cuando, y para atraer al turismo, aunque este año hemos salido del “Top 5” de los países turísticos.

Todo esto me hizo pensar, y cuando digo pensar me refiero a deshacerse de toda pasión nacionalista, olvidarse del corazón, que casi siempre es egoísta en estos temas, abstraerse de toda exaltación costumbrista y analizar ¿Cómo incidiría, en nuestra maltrecha economía nacional, un año sin fiestas?

Sé muy bien es un supuesto utópico, que más de dos me quemarían en las fallas o me crucificarían en algún paso o trono. Soy consciente de que la justificación más repetida sería que muchos profesionales se quedarían sin trabajo ese año, porque claro, hacer ninots, flores de cera, o burladeros de madera, son trabajos muy importantes para el panorama laboral.

Sé que, aunque la crisis hace daño en todo el mundo, aún no están las cosas como para plantearse según qué medidas pero, si en vez de plantearlo como medida de recuperación, lo lleváramos a cabo como medida preventiva… ¿Qué ocurriría durante un año sin fiestas en todo el mundo? ¡Maldita sea… sería horrible!

No obstante, expertos de todo el mundo calculan que es posible que lleguemos a situaciones muy críticas, pero eso no debe preocuparnos. Comeremos bocatas de chope, nos ducharemos un poco menos, y pediremos prestados los libros de texto. Con lo que ahorremos, nos podremos comprar un par de botellas de manzanilla en la feria.
© Lucky Tovar

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